Todo el mundo que nos dedicamos a esto del correr, hemos padecido o tenemos algún compañero que ha sufrido dolores en el talón. Este tipo de dolor de denomina Talalgia y pueden tener un origen óseo, tendinoso, muscular o incluso nervioso.
En este artículo nos ocuparemos de La Fascitis Plantar, que como ya se ha comentado anteriormente es una lesión muy frecuente entre las que sufrimos los corredores.
La Fascitis Plantar es la inflamación de la aponeurosis de la zona plantar del pie y el síntoma principal es dolor en la zona, o incluso en la parte medial de la planta del pie. Hay una inflamación del tejido conectivo que se fija al calcáneo (hueso del talón)
La fascitis plantar es una lesión del pie asociada al “abuso”, es decir, que se puede producir cuando se somete al tejido a una carga normal repetida o excesiva. En general, estas lesiones suelen desaparecer si se deja de practicar deporte hasta que el dolor desaparezca por completo, pero la probabilidad de entrar en un ciclo del dolor (cronicidad) es muy alta. Veamos el caso específico de la fascitis.
¿CÓMO SE ORIGINA?
Cuando levantas el talón, al despegar el pie del suelo, aumenta el ángulo entre las distintas partes del pie y la fascia plantar (ver esquema) se separa de la línea media.
Los corredores que tienen una pronación más fuerte a nivel de la articulación del tobillo suelen desarrollar inflamación en el origen de la fascia plantar con más frecuencia que los demás. La fascia queda sujeta a una mayor tensión cuando el arco se extiende y los dedos se abren debido a la pronación.
La fascitis, además, puede tener su origen por un entrenamiento prolongado con un calzado que no ofrece apoyo suficiente para el arco, por eso es tan importante el uso de unas buenas zapatillas de correr (entre muchos otros motivos).
SÍNTOMAS
• Dolor cuando te pones de puntillas de pie.
• Nos duele al caminar con los talones.
• El dolor es más marcado al presionar y en ocasiones inflamación en el calcáneo (talón).
• Pie entumecido a lo largo de toda la planta, sobre la parte externa.
• Dolor en el origen de la fascia plantar bajo carga o presión (en reposo no hay dolor).
• Rigidez matutina, acompañada a menudo de cojera.
PREVENCIÓN
Correr desde el principio con zapatillas específicas para ello. Además, evitar los terrenos excesivamente duros y excesivamente blandos ayuda a prevenir la fascitis (la hierba es un excelente terreno para evitar lesiones).
Nunca está de más apoyar el plan de entrenamiento con ejercicios de flexibilidad como medida preventiva.
TRATAMIENTO
La fascitis plantar hay que tratarla en fase precoz, pues ya hemos comentado que en caso contrario hay una alta probabilidad de que esta lesión se cronifique.
Si se detecta algún síntoma se debe dejar el entrenamiento y reposar hasta que el dolor desaparezca. Se puede aplicar frío local cuando la lesión aún está en fase aguda.
Se recomienda usar muletas para no apoyar el pie bajo carga y asegurarse de que se lleva un calzado adecuado (no ha de ser ni muy rígido ni muy blando). Normalmente si acudes al fisio te podrá vendar la zona, prescribir una tobillera para descargarla y recetar antiinflamatorios.
Las plantillas deportivas, en muchos casos, son recomendables. Además, para reforzar la recuperación se pueden realizar ejercicios de flexibilidad.
En caso de que existan roturas o que la fascitis persista en el tiempo, se puede recurrir a una operación, ya que la rotura excesiva de la fascia es muy difícil de tratar