Ante la campaña iniciada por marcas comerciales especializadas en deporte, señalan que sólo un profesional de esta rama sanitaria puede determinar en qué grado una
persona es pronadora, supinadora o neutra.
Un calzado estandarizado sin la corrección adecuada para cada caso podría conllevar
importantes problemas en las rodillas y en la espalda, entre otros.
El Ilustre Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana reivindica que sólo los profesionales de esta rama sanitaria pueden hacer un correcto y completo estudio de la pisada para establecer el diagnóstico de cada paciente y el tipo de corrección que
requiere.
En esta línea, han destacado la campaña puesta en marcha por conocidas marcas comerciales especializadas en deporte en la que se asegura que pueden asesorar sobre el tipo de pisada de cada persona y el calzado “compensador” que necesitan. Desde el Colegio de Podólogos señalan que, sólo después de un análisis realizado por un podólogo, puede determinarse en qué grado se es supinador, pronador o neutro. En todos los casos en general pero en el de los deportistas en particular, es muy importante la realización de un análisis personalizado de la pisada
que determine el nivel de supinación o pronación, en caso de que exista, y establecer cómo realizar las compensaciones necesarias para una correcta pisada y eficiencia en la práctica deportiva.
Han recalcado que es frecuente que el calzado deportivo que se comercializa haciendo estas dos distinciones sea muy estandarizado por lo que no se puede adaptar adecuadamente al grado que presenta cada persona y eso podría conllevar lesiones para el deportista como, por ejemplo, dolor y desgaste de las rodillas, molestias en la espalda, provocación de contracturas o sobrecargas musculares.
Desde el Colegio de Podólogos informan que la elección del calzado es muy importante para la salud y no deben correrse riesgos innecesarios que puedan perjudicar la estructura ósea o muscular. La corrección en la pisada a través de la adaptación del calzado no debe realizarse de una manera general, porque si no se tiene en cuenta el grado concreto de supinación o pronación se podría agravar el problema.
El Podólogo, como profesional sanitario especializado en las patologías y estudio del pie, es el que debe realizar las pertinentes exploraciones a sus pacientes y establecer las indicaciones precisas para la adaptación correcta de su calzado.
